cedimientos relacionados con el descubrimiento y la investigación, con el razona- miento y la metacognición, con la comprensión y la resolución de situaciones, con la observación y la manipulación de la realidad, con el desarrollo de la creatividad y del pensamiento intuitivo, etc. Los del segundo grupo se pueden interpretar como herramientas que facilitan la resolución de situaciones directamente relacionadas con grupos concretos de con- tenidos. Hablamos, en este caso, por ejemplo, de la comprensión y resolución de ope- raciones (con precisión o estimando los resultados; mentalmente, con calculadora o con lápiz y papel), de la construcción de gráficos y figuras (con lápiz y papel, con he- rramientas, etc.), del tratamiento de información cuantitativa; de la medición (a ojo, con unidades arbitrarias, con instrumentos, etc.). En general, en el área de matemá- ticas, los procedimientos -que se estructuran progresivamente para actuar de lo con- creto a lo abstracto- serán tanto más significativos cuantas más soluciones propor- cionen a problemas y situaciones que el alumnado se pueda plantear. Tipos de contenidos procedimentales del área: generales y específicos En el área de matemáticas hablaremos de procedimientos generales cuando se puedan aplicar a diferentes bloques o a otras áreas del currículum. Se trata de pro- cedimientos que nos son útiles y nos sirven para conseguir múltiples objetivos, per- mitiéndonos resolver, con pequeñas variaciones, situaciones muy diversas. Estos con- tenidos procedimentales piden, para ser generalizados, aprendizajes específicos y práctica suficiente en cada una de las situaciones en que se aplican. Hablaremos tam- bién de contenidos procedimentales más específicos cuando hagan referencia a as- pectos más concretos de los bloques del área. Esrelativamente sencillo, por ejemplo, ver la diferencia entre procedimientos como «aplicación de un proceso sistemático para la resolución de problemas)) y «descomponer números de una cifra)). El primero es un procedimiento general y transferible a distintas áreas y múltiples situaciones; el segundo, mucho más específico, podemos aplicarlo sólo en situaciones muy con- cretas y con frecuencia relacionadas con contenidos y objetivos precisos de alguno de los bloques de matemática. Un proyecto curricular deberá tener en cuenta estas diferencias, concretando suficientes situaciones de enseñanza/aprendizaje, de modo que procedimientos ge- nerales aprendidos en el «espacio de matemáticasll tengan la oportunidad de ser apli- cados y transferidos, en un contexto globalizador, al resto de las áreas, o a situacio- nes personales extraescolares. Estos contenidos procedimentales son los que más potencian los mecanismos de autoaprendizaje y, en consecuencia, deben tener un espacio propio y un papel bien de- finido en las programaciones. Asimismo, conviene no olvidar que hay procedimientos generales o estrategias de aprendizaje que son presentados al alumnado como si ya conociera su contenido y la forma de aplicarlos. «Calcula, estudia, resuelve, observa, piensa, escucha, etc.)) son, frecuentemente, interpretados como acciones extrañas de 1571
