El almirante William D. Leahy, jefe del Alto Estado Mayor norteamericano, transmitió al presidente el siguiente informe pericial sobre la bomba atómica: “Esta es la mayor chi昀氀adura que jamás hayamos cometido. Las bombas no explotarán nunca, y le digo esto como experto en materias explosivas”. Poco tiempo después, estallaba la primera bomba atómica. Lavoisier, un gran sabio del siglo XVIII, a昀椀rmó: “Es imposible que caigan piedras del cielo porque en el cielo no hay piedras”. En 1894, el emperador Guillermo II ordenó a varios eruditos en diversas ciencias realizar un estudio pericial para examinar los planos del conde Zeppelin para construir una aeronave gobernable. Los cientí昀椀cos llegaron a la conclusión unánime de: “Imposible”. El físico Von Helmholtz, lo catalogó como algo diametralmente opuesto a las leyes físicas más elementales y, por tanto, falso. El naviero profesor Busley dijo que la resistencia ofrecida por el aire impediría la traslación hacia delante del dirigible Zeppelin. El experto en estática y catedrático de universidad Müller-Breslau dijo que la nave se desintegraría apenas iniciase su travesía. Contra todo pronóstico cientí昀椀co, el vuelo del Zeppelin fue un éxito. Estas a昀椀rmaciones son recopilaciones escritas por Adolf Schneider en su libro Visitantes del Universo, Ed. Plaza Janes, agosto 1977. Hay muchas más, pero creo que el lector se habrá hecho a la idea de las trabas, de la cerrazón de ciertas mentes que, pueden ocupar puestos de autoridad, de poder, que impidan el avance de la ciencia. Con el caso de los OVNIS hay, en el estamento cientí昀椀co, la idea de que, debido a las tremendas distancias, incluso desde la estrella más próxima a nuestro sistema solar, que, harían imposible el que llegaran hasta nosotros naves procedentes de otros mundos. Creo que esa idea podría venir, posiblemente, porque se establece un marco paradigmático donde solo se acepta lo ya establecido, pero cualquier otra teoría o posibilidad, por encima de ese marco conceptual, 21