A fines de septiembre de 2020, ya se contaba más de medio millón de muertos y los contagiados alcanzaron a ser más de 16 millones de personas. La OPS identificaba entre los varios pilares de la respuesta a la pandemia el manejo de casos, que depende de personal de salud apto y suficiente y un adecuado apoyo operativo y logístico. A inicios de diciembre de 2020, las cifras alcanzaron las 753 210 personas muertas y más de 28 millones de contagiados. El organismo internacional reiteraba sus diagnósticos y recomendaciones a los Gobiernos para asegurar una respuesta coordinada y efectiva. La COVID-19 y las medidas de distanciamiento social siguen hoy exponiendo a los Gobiernos a nuevos desafíos de gestión pública. Como señala el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), “la responsabilidad de responder a la pandemia depende en gran medida del Estado, que, como institución, enfrenta una crisis de legitimidad y de confianza. Pero la ciudadanía ahora espera que el Estado brinde servicios de salud, alivio, protección e incluso comodidad en este momento de incertidumbre”. Cultivando una Cultura de Integridad en el Servicio Civil en Tiempos de Crisis 12
